La Unión Europea se encuentra ante una crisis energética sin precedentes en el ámbito de la vivienda. Según sus propios datos, los edificios son responsables del 40% del consumo energético del continente y contribuyen con el 36% de las emisiones de CO2. Esta situación se debe en gran parte a la falta de eficiencia energética en la mayoría de los edificios de la UE, que consumen de manera excesiva energía derivada de combustibles fósiles. La extracción de estos combustibles fósiles conlleva la emisión de gases de efecto invernadero, que aceleran el cambio climático y tienen graves repercusiones ambientales.
En España, la situación del parque de viviendas es alarmante, con un 80% de los edificios calificados con eficiencia energética F o G. La entrada en vigor de las nuevas regulaciones de Bruselas establece que para 2040 todos los edificios deberán alcanzar calificaciones A o B. Esto significa que en los próximos años muchos de ellos deberán someterse a renovaciones significativas para cumplir con los estándares de eficiencia energética y sostenibilidad establecidos por las instituciones. Para abordar este desafío, las instituciones comunitarias, nacionales y regionales están uniendo fuerzas con la ayuda y el respaldo de los Fondos Europeos 'Next Generation', donde la transición ecológica es un elemento fundamental.
El sector de la construcción es uno de los mayores consumidores de energía y emisores de CO2, lo que resalta la necesidad de promover la sostenibilidad en todas las etapas, desde el diseño y la construcción hasta la vida útil de los edificios. Para hacerlo posible, es esencial que el sistema financiero fomente la sostenibilidad no solo en la construcción de nuevos edificios, sino también en la renovación y transformación de las viviendas existentes, con el objetivo de convertirlas en hogares sostenibles, saludables y cómodos.
En un contexto donde la rehabilitación energética se ha convertido en una prioridad, a continuación, presentamos cinco propuestas para lograr la sostenibilidad en la vivienda:
Placas de autoconsumo: El autoconsumo es una oportunidad para los hogares de generar su propia energía mediante la instalación de paneles fotovoltaicos que se conectan a la red eléctrica para asegurar el suministro de energía.
Los paneles solares tienen un impacto ambiental muy positivo, ya que aprovechan la luz y el calor del sol, sin generar gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la reducción de la huella de carbono.
Además, esta alternativa se considera sostenible, ya que a diferencia de los combustibles fósiles, el sol es una fuente de energía inagotable que puede aprovecharse en casi cualquier lugar del planeta. También es importante destacar el impacto económico significativo que se experimenta desde la primera factura en hogares que han optado por estas instalaciones. Esto proporciona tranquilidad en cuanto a los posibles cambios en las tarifas, ya que los paneles solares funcionan de manera efectiva durante un período de hasta 40 años. La hipoteca, mejor si es verde: Las hipotecas verdes son préstamos hipotecarios diseñados para recompensar la adquisición, construcción, reforma o renovación de viviendas sostenibles. La tasa de interés hipotecario está vinculada a la certificación energética de la vivienda, lo que significa que si esta certificación mejora, los intereses hipotecarios disminuyen.
Además del ahorro reflejado en las facturas de electricidad y climatización, el menor consumo de energía se traduce en un mayor flujo de dinero disponible para los propietarios, lo que facilita el reembolso del préstamo hipotecario. Además, las propiedades eficientes en energía tienen un valor más alto y son menos contaminantes, lo que contribuye significativamente a la apreciación de la vivienda en el futuro. El ecómetro: El ecómetro es una herramienta en línea que permite medir la ecología de un hogar, ofreciendo una visión completa e integrada de todos los aspectos que pueden afectar el rendimiento ambiental de un proyecto de construcción. Esta herramienta se basa en cinco ejes principales: ubicación y entorno, materiales, diseño, agua y energía.
Antes de proporcionar resultados, el ecómetro pasa por tres fases. Inicialmente, analiza el ciclo de vida de la vivienda, generando resultados relacionados con su impacto ecológico, como la agotamiento de recursos. Luego, calcula las etapas necesarias para establecer una metodología temporal que garantice que cada fase se complete a su debido tiempo. Finalmente, compara los resultados de las fases anteriores para implementar las medidas necesarias que eviten la continuidad o el agravamiento de los impactos ambientales.
El cálculo de la huella de carbono asociada a las actividades diarias en el hogar permite su compensación mediante donaciones a proyectos de reforestación y medidas de ahorro y eficiencia energética. Casas bioclimáticas: Las casas bioclimáticas están diseñadas para que sus ocupantes aprovechen las ventajas naturales de su entorno en términos de salud, confort térmico y eficiencia energética.
Un aspecto fundamental de estas viviendas es su orientación, que favorece la captación de luz solar, mientras que su aislamiento a través de muros trombe permite retener el calor. Esto reduce la dependencia de fuentes de energía fósil para calefacción y aire acondicionado, disminuyendo así la contaminación ambiental.
En cuanto a los interiores, se utilizan materiales naturales y se aplican pinturas ecológicas y barnices no perjudiciales para el medio ambiente. Además, se instalan grifos de bajo caudal para reducir el consumo de agua. Energía verde: La energía verde es una forma de energía limpia con residuos y emisiones nulos o mínimos. Se genera mediante tecnologías basadas en fuentes de energía renovable. Al contratar energía verde, se fomenta la transición energética y se reduce el impacto ambiental. Hay comercializadoras que garantizan que la energía proviene de fuentes 100% verdes certificadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En resumen, la búsqueda de la sostenibilidad en nuestros hogares es una inversión inteligente que beneficia tanto a nuestro planeta como a nuestra economía. Desde el aprovechamiento de la energía solar mediante paneles de autoconsumo hasta la elección de hipotecas verdes que premian la eficiencia energética, y desde la medición de la ecología de nuestro hogar con herramientas como el ecómetro hasta la construcción de casas bioclimáticas y la adopción de energía verde, tenemos a nuestra disposición diversas opciones para reducir nuestro impacto ambiental y mejorar nuestra calidad de vida.
La elección es nuestra, y cada pequeño paso hacia la sostenibilidad nos acerca a un futuro más limpio y saludable para todos. ¡Manos a la obra, o mejor dicho, manos a la sostenibilidad!
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