top of page
Foto del escritorAguete Inmobiliaria

Etiquetas de eficiencia energética, ¿Qué significan y cuál es mejor?

La importancia de la etiqueta energética en la compra de electrodomésticos ha crecido considerablemente. La etiqueta energética es un sistema de clasificación que evalúa la eficiencia energética de los electrodomésticos como neveras, lavadoras, y otros aparatos eléctricos.


Esta medida evalúa cómo los electrodomésticos utilizan los recursos energéticos recibidos para ofrecer la comodidad o prestaciones necesarias. Es crucial conocer el significado de las etiquetas energéticas, identificar la mejor clasificación y tener en cuenta este factor al elegir electrodomésticos.


¿Qué es la etiqueta energética y para qué sirve?


La etiqueta energética es un sistema de medición y clasificación que también sirve como herramienta informativa para los consumidores. Permite conocer la eficiencia energética de un electrodoméstico y qué tan bien utiliza la energía para proporcionar ciertas prestaciones. En otras palabras, cuanto menor sea el consumo de energía necesario para proporcionar el mismo nivel de comodidad, mayor será la eficiencia energética.


Utilizar electrodomésticos con una etiqueta energética adecuada no solo puede ahorrar en las facturas del hogar, sino también contribuir a cuidar el medio ambiente. Desde el 1 de marzo de 2021, se ha implementado un nuevo sistema de clasificación energética. Este sistema simplificado tiene como objetivo hacer que sea más fácil para los consumidores entender las etiquetas de eficiencia energética y elegir electrodomésticos más eficientes.


Estudios han demostrado que la clasificación anterior, que ofrecía cuatro categorías A, desmotivaba a los consumidores a buscar la máxima eficiencia energética. En el nuevo sistema de clasificación, que va de la A a la G, la motivación por adquirir un electrodoméstico tipo A es mayor, ya que las letras B, C o D se perciben como menos deseables que las clasificaciones A++, A+ o A.


¿Qué clasificación energética es mejor?


En la actualidad, la clasificación de eficiencia energética ha cambiado y ya no encontramos las antiguas etiquetas A+++, A++, A+, A, B, C y D, sino que se utilizan las letras A, B, C, D, E, F y G. En el pasado, colocar ciertos electrodomésticos en la categoría A generaba una percepción falsa de alta eficiencia energética cuando en realidad no era así.


El nuevo sistema refleja de manera más precisa la verdadera eficiencia del producto. Además, es importante tener en cuenta que la etiqueta energética de los electrodomésticos debe incluir un código QR que, al escanearlo, proporciona información adicional sobre sus características. La clasificación energética se basa en letras, siendo la letra A la que indica la máxima eficiencia y la letra G la peor situación posible.


Estas letras están asociadas a colores que indican la eficiencia del electrodoméstico, siendo el verde para la máxima eficiencia (A) y el rojo para la mínima eficiencia (G). Un buen indicador para entender las opciones disponibles es que un electrodoméstico con clasificación energética A consumirá hasta un 90% menos de energía que uno con clasificación G. En el caso de un electrodoméstico con clasificación B, su consumo será hasta un 70% menos que uno con clasificación G.

¿Qué información recoge la etiqueta energética?


La etiqueta energética del electrodoméstico no solo te muestra su clasificación energética, sino que también proporciona información adicional que puede resultar muy útil:

  • En la etiqueta energética del frigorífico, podrás conocer su capacidad en litros o nivel de ruido.

  • En la etiqueta energética de la lavadora, encontrarás información sobre su carga máxima, programas Eco, consumo de agua por ciclo, eficiencia del centrifugado y nivel de ruido.

  • La etiqueta energética del lavavajillas incluye su capacidad, datos sobre programas Eco y nivel de ruido.

  • En la etiqueta energética del aire acondicionado, podrás analizar su eficiencia en la generación de frío y calor, así como su potencia refrigerante y calorífica.

Ten en cuenta que los electrodomésticos que más energía consumen son, por lo general, la nevera (662 kWh/año), el congelador (563 kWh/año), la televisión (263 kWh/año), la lavadora o secadora (255 kWh/año) y el lavavajillas (246 kWh/año). Por lo tanto, invertir en electrodomésticos eficientes puede proporcionarte un gran ahorro en tu factura de energía.


¿Qué diferencia hay entre la etiqueta y el certificado energético?


Es fundamental distinguir entre la etiqueta energética y el certificado energético, ya que este último se refiere al sistema de clasificación energética de edificios e inmuebles.


Desde 2013, es obligatorio en España medir la eficiencia energética tanto de la vivienda como del edificio en sí. Presentar el certificado de eficiencia energética es una obligación legal en todo el país, y en el momento de la firma, el notario lo solicitará y su falta podría impedir que la operación se autorice.


Comments


bottom of page